19 de octubre de 2007

me matan los powerpoints

En principio no es más que un formato. Pero su uso y abuso me mata.

Me mata tener que abrir un documento pesado, con un formato poco manejable, en el que para leer cuatro renglones tengo que pinchar varias veces en la pantalla ... y que generalmente son mensajes sin ningún interés o gracia .... cuando no son directamente sectarios (los llaman "espirituales"), con mensajes de dudoso o al menos escaso contenido teológico o ético, pero revestidos con una solemnidad y adornados con una iconografía kitsch .... o abusando del collage fotográfico.

Lo que más me mata es recibir cada día dos o tres de varias personas "amigas" a las que el esfuerzo de mandarme personalmente a mí el engendro no les supone nada, de un click paso a ser destinataria junto con otra tira de "agraciados" del powerpoint de turno. A lo largo del tiempo se repiten, claro. Creo que ya he recompensado ampliamente ese esfuerzo abriendo y leyendo unas cuantas decenas ... de modo que ahora los meto directamente en una carpeta sin leerlos, y cada cierto tiempo vacío la carpeta ... sin leerlos.

Lo que colmó mi paciencia fue que los dichosos powerpoints empezaran a parecerse a las odiosas cadenas, de esas en las que te amenazan con mil y una perrerías si no las reenvías en un breve plazo, a cuanta más gente mejor, para disminuir la gravedad del castigo.

Y lo que más me mata es que no sé cómo decirles a estas personas supuestamente amigas que no necesito que me demuestren su cariño incluyéndome en sus envíos masivos de powerpoints. Que uno al año no hace daño ... pero que diez a día son casi dos horas .... y que no las tengo ... ni pienso buscarlas ....

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