13 de diciembre de 2007

la guerra que aún colea

Hace un rato leí una carta publicada en su blog por un miembro de la comunidad Netlog. En ella me ha llamado la atención un fragmento, que reproduzco y con el que no estoy de acuerdo.

Con todos mis respetos al Sr. D. Juan Hidalgo y al trabajo siempre respetable que haya podido desarrollar en el plano de investigación histórica, debo decirle que se le ve claramente el plumero al sacar del ámbito académico y difundir públicamente en grandes titulares tal noticia, cuando además presenta su investigación en prensa, parcial e incompleta, sin tener en cuenta las circunstancias de una guerra que hizo enemigos entre si a los españoles por el solo hecho de caer en una zona u otra, en la nacional o en la roja, que entremezcló los odios y venganzas por razones de ideología política con los intereses y rencillas particulares entre las personas de toda índole; una guerra que no acabó al cesar la hostilidad en los frentes de batalla sino que siguió viva en la conciencia de muchos durante largo tiempo, como no podía ser de otra manera y como hubiera sido también si la victoria en los frentes de batalla hubiera caido del otro lado de los contendientes; y una guerra que debió darse por acabada con el concenso entre todas las fuerzas políticas que dio origen a la Constitución, y cuyo concenso, tanto el Sr. Rodríguez Zapatero como Vd. -Sr. Hidalgo- y otros, están intentando romper ahora con tratabajos como el suyo, tan extenso y documentado como mal intencionado e inútil.

¿A dónde quieren llevarnos con la propagación de estas "historias" tan añejas en prensa, radio y televisión precisamente ahora, cuando se acercan las elecciones? ¿Acaso piensa Vd., como el Sr. Rodríguez Zapatero, que la guerra del 1936 no ha acabado todavia, que es necesario dividir y enfrentar de nuevo a la sociedad española, ganar con estos métodos las próximas elecciones e instaurar de nuevo la República para decir que entonces, y solo entonces, habrá acabado la guerra que empezó en el año 1936?
(el resaltado es mío)

Cuanto más leo, más me convenzo de que una guerra civil no estalla ni se prolonga si no existen ya al menos dos bandos enfrentados históricamente, y en general si la segunda república y la guerra civil son períodos poco conocidos, los períodos anteriores lo son muchísimo menos. Además, la sociología y la economía como disciplinas auxiliares fundamentales de la historia parece que aún no hubieran penetrado en el conocimiento de la historia a nivel popular, aquí seguimos entendiendo la historia como conocimiento de dinastías y gobiernos, batallas entre grupos políticos, y poco más.

Y desde luego, creo que la herencia del franquismo sigue estando presente, no sólo en la figura del Jefe del Estado, impuesto por Franco, sino en la visión popular de la política y su significado: ser apolítico se considera virtud, cuando el apoliticismo en el régimen franquista era o bien militancia (en el partido único) o bien evitación defensiva para no despertar sospechas o suspicacias.

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