6 de enero de 2023

callados como putas (con perdón de las putas)

 Se lo oí alguna vez a M. uno de mis jefes, y me gustó la expresión. Y la pienso (más que la digo) muchas veces en relación con la prensa escrita "de toda la vida" de este país. 

Las primeras veces, hace ya muchísimos años, cuando mi hermana azafata empezó a vivir en Madrid. Porque alguna vez dejó caer algo sobre las correrías nocturnas del ahora emérito en su moto por las calles de la capital. Luego cuando alguna prensa "canalla" dejó caer el puesto que ocupaba el ahora emérito en las listas de grandes fortunas del mundo mundial. Hace siglos que ya no se comenta. Tampoco mucho sobre los puestos que ocupan otros "connacionales" en las mismas.

Y cada vez lo pienso con más frecuencia en relación con la prensa escrita de toda la vida, de esa que alimenta los telediarios y los boletines de radio, y las tertulias en radio y tv. Llevamos cuatro años con la cúpula del poder judicial en funciones, hasta hace poco nombrando y cesando jueces a conveniencia de la derecha de este país, y esa prensa hace como si no pasara nada. Como si no se estuviera incumpliendo la ley todos y cada uno de los días en que no se van a casa dejando paso a los sucesores según ley.

Esa prensa que hace de voceros de unos señores y unas señoras de derechas que mienten más que hablan, que mienten a la ciudadanía con el único motivo de desacreditar a todos y cada uno de los políticos y políticas de izquierdas y desanimar a sus electores y votantes. Unos señores y unas señoras que mienten a sabiendas, y esa prensa que reproduce ad náuseam unas mentiras bien a sabiendas, bien con nulo interés en verificar su veracidad antes de difundirlas.

Esa prensa que se niega a conocer y difundir lo que hace ya medio siglo llevan advirtiendo científicos de muchas disciplinas: que nuestro sistema económico nos está llevando al suicidio colectivo, a la extinción masiva de los humanos, al estar destruyendo el único hábitat que tenemos. Que pudiendo hacer las cosas bien, las están haciendo mal los que mandan: gobiernos, multinacionales, responsables de las empresas y las organizaciones económicas y financieras por un solo motivo: el afán de lucro. Que han sustituido la ética de la responsabilidad por el afán de lucro. 

PD:

En la misma línea, acabo de leer en CTXT a Gerardo Tecé quejándose de lo mismo: que los periodistas callan como putas ante las mentiras de Feijóo.