Hoy me descargué este
libro libre de Ramón Fernández Durán, para leerlo tranquilamente en mi nuevo autorregalo de Reyes. El texto abre con esta cita de Baudrillard
“En el espacio mediático la tasa de información es máxima, pero el índice de resonancia es inexistente. Antaño, los hechos y los actos tenían una resonancia real en un espacio limitado, el de la proximidad. (Pero ahora) la promiscuidad universal de las imágenes acentúa nuestro exilio y nos encierra en nuestra indiferencia (…) La televisión nos inculca la indiferencia, la distancia anestesia la imaginación (…). El olvido está inscrito en el acontecimiento mismo a través de la profusión de la información (…). La difusión mundial de los acontecimientos corresponde a su intensidad más débil y a su obsolescencia más rápida. La universalización de los hechos, de los datos, de los conocimientos, de la información, es una condición previa a su desaparición (…) La ironía radical de la historia es que las cosas no suceden ya en la realidad, (pues) hemos entrado ya en la época interactiva y sideral del vacío”Jean Baudrillard, “La Ilusión del Fin”
Escribe más adelante Fdez. Durán:
.... pasan tantas cosas que es como si ya no pasase nada. Antaño la intensidad de algunos acontecimientos hacía que permanecieran en el tiempo recordados durante generaciones, solo a través de la trasmisión oral. Hoy en día asistimos a lo contrario, a una verdadera huelga de los acontecimientos, a pesar de la fuerza de la imagen. A una actualidad vacía, a través del psicodrama visual de la información. La tasa de información en teoría es máxima, pero el índice de resonancia es casi inexistente.
La relación inversamente proporcional entre el monto de la información y la resonancia de cualquier pieza informativa me parece un concepto clave para entender lo que nos pasa. Estamos sobreinformados, lo relevante se mezcla con lo irrelevante hasta conseguir contaminarlo todo y hacernos inmunes a cualquier información. No la digerimos, ni procesamos, ni evaluamos, ni nada. Por un oído /ojo entra, por el otro sale. O al menos, esa es la intención. En facebook mismo, en donde acabé abriendo perfil para darle una presencia en internet a nuestros proyectos de barrio, convivimos quienes buscamos un mundo mejor con quienes convierten la defensa de una marca comercial en su estandarte.