Este mes pasado he andado muy liada y con poco fuelle para escribir en el blog. Ya completé la primera ronda (de seis) en el proyecto Natacha, y sigo necesitando encontrar más donantes. Pero todo se andará. Tengo ya tres nuevos este mes.
Mientras tanto, mi madre heredó mi viejo ordenador del despacho y colgué sendos anuncios para regalar el que estaba usando, y otro más que había usado antes y seguía por casa. La mejor manera de encontrar destino a los objetos aún usables es, en mi experiencia y para el caso concreto de Valencia, la página no lo tiro. La misma página que me puso en contacto con Natacha, y donde voy conociendo, cada vez que entro, nuevas historias. El no lo tiro que yo conocí hace unos años solía tener más ofertas que peticiones. Ahora, cada vez hay más peticiones. Y no sólo de cosas, sino a veces directamente de ayuda.
Y tras darle muchas vueltas a cómo ayudar, aparte de ayudas puntuales de cosas que puedo dar o recoger entre amigos o conocidos para darlo, pensé que una de las cosas que se necesitan son también visibilidad. Esta mañana escuché en la radio una entrevista a gente de reporteros sin fronteras. Y pensé que uno de los aspectos de la realidad que nos escamotean sistemáticamente en los medios son las dimensiones de la crisis. Nos cuentan números y estadísticas que podrán ser interesantes para inversores, especuladores y políticos, pero que a los demás no nos conmueven. Y escuchando o leyendo a la gente que pone anuncios desesperados me di cuenta de que necesitan y necesitamos que tengan más visibilidad. No vamos a ponernos serios con nuestros políticos mientras no nos demos cuenta del alcance de su ineptitud. Los que tenemos la suerte de trabajar pagamos impuestos, en realidad todo el mundo paga más o menos impuestos, dado que el consumo está gravado con el IVA. Y mientras no nos demos cuenta de que la alternativa es ¿Copa América o Renta de Ciudadanía? ¿Fórmula 1 o Renta de Ciudadanía? ¿PUente de las Flores, con presupuesto millonario, o Renta de Ciudadanía? ¿Pabellón de esgrima y jugo, o Renta de Ciudadanía? Mientras no nos demos cuenta de qué es una renta básica, y que una sociedad moderna e industrial no puede moralmente permitirse dejar morirse de hambre y de angustia a quienes los industriales y empresarios lanzan a la miseria, y sigamos votando a quienes dilapidan los dineros públicos presentes y futuros para cuatro minutos de gloria en compañía de los ricachones del mundo .... no sólo viviremos en una sociedad miserable, sino que seremos una sociedad miserable.
De modo que os invito a seguir ese nuevo blog que he creado. Y no sólo seguirlo, sino aceptar la invitación de ayudar en lo que podáis. Y aceptar el reto de mirar bajo la alfombra, esa alfombra que los telediarios y los medios en general suelen llenar de objetos pesados y voluminosos, de esos que ocupan todo nuestro espacio visual y nuestras fuerzas físicas, para evitar que miremos qué hay debajo de la alfombra. Porque allí se esconde la miseria que no deja de producir este sistema nuestro.
Se llama, cómo no, "bajo la alfombra".
Se llama, cómo no, "bajo la alfombra".
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