27 de noviembre de 2009

las pecas

Siempre me ha gustado leer, y siempre hubo lecturas que me marcaron y se me quedaron grabadas en la mente. No me refiero a libros enteros, sino más bien a fragmentos.

Y Pippi Langstrumpf (Pipa Mediaslargas), que leí en alemán cuando era niña, era uno de esos libros con diversos pasajes memorables. Uno de ellos cuando un día marchaba Pippi por la ciudad, acompañada por sus dos amiguitos y vecinos, y pasan ante una farmacia en la que publicitaban un remedio contra las pecas. Pippi, tal como la describía el libro, tenía la cara llena de ellas. Y al pasar junto al escaparate, Pippi detiene a sus amiguitos, entra por la puerta, coge la mano de la dependienta y la agita vigorosamente mientras tras el correspondiente saludo dice, no, no, en absoluto. Y cuando la dependienta asombrada consigue preguntar qué le pasa, Pippi responde que no, que no sufre en absoluto porsus pecas, que es muy feliz con ellas, y de hecho está orgullosa de ellas. Y ante la mirada atónita de la dependienta y demás parroquianos, abandona la farmacia con sus amiguitos.

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