Soy una forofa de Angels Barceló desde que la conocí en tv3 llevando un programa junto con un el doctor Joan Corbella. Nunca he estudiado catalán o valenciano, porque mi escolaridad coincidió con los últimos años del franquismo, y además tuve la suerte de que mis padres y mi abuela alemana hicieran un gran esfuerzo porque fuéramos los cuatro hermanos al Colegio alemán.
Luego la he seguido en radio o tv cuando he podido, por último en los programas de la noche en la SER, hasta ahora, en que está por las mañanas. Con ella descubrí a Antón Losada, otra persona a la que me gusta escuchar.
Pero me he dado cuenta de que los medios, incluida la SER, nos quieren informar alimentándonos con tertulias, en lugar de ofrecernos información. Estaba ahora oyendo los comentarios sobre la covid-19 y el estado de las autonomías.
En parte por haberme educado en un colegio alemán, con profesores provenientes del sistema educativo público alemán, en parte por tener a una parte de mi familia en Alemania (primos, hermana, cuñado, sobrinos, etc.) y en parte por mi trabajo como traductora jurada del alemán desde hace más de veinte años, conozco bastante la realidad alemana. Y echo muchas cosas en falta en nuestro actual estado autonómico, que veo que tienen en Alemania, y que funcionan, y funcionan bien.
Me gusta escuchar a Losada, porque su visión de la realidad federal coincide con lo que conozco de la realidad alemana. También en la Bundesrepublik hay una gran diversidad: estados grandes, ricos y poblados, estados grandes y menos ricos, estados pequeños y menos ricos, e incluso ciudades-estado, una de ellas, Bremen, que no llega ni al millón de habitantes y para colmo consta de dos territorios separados. Pero se apañan, incluso realizando constantes cambios de la constitución, a medida que va cambiando la realidad del pais, en una época en la que todo cambia.
Y lo que echo en falta es un esfuerzo de los medios de comunicación patrios por dar a conocer las diferentes realidades. No nos cuentan nada de lo que pasa en los colegios catalanes, sino lo que dicen los políticos que pasa en los colegios catalanes. Ni lo que pasa en los colegios andaluces, sino lo que dicen los políticos que pasa en los colegios andaluces. Y tres cuartos de lo mismo de lo que pasa en los hospitales, o en los ambulatorios, o en las fábricas, o en los comercios. ¿Cómo van a entender los españolitos de a pie la compleja diversidad de las regiones, que es la que explica el estado autonómico que se ha ido configurando tras la muerte del dictador?
Al final, con su política "informativa" alimentada con tertulias día y noche, no hacen más que alimentar el fantasma antiautonómico, el discurso centralizador, entre la población. Nos siguen bombardeando con el mantra de la unidad, que equiparan a uniformidad, para hacernos creer que una misma solución vale para todos, y el que proponga la mejor será el que se lleve el premio gordo: puro caudillismo.
En rne he encontrado gente que sí ha entendido qué es informar sobre la diversidad: Pepa Fernández, con su programa de fin de semana que ahora continúa, pero con un nuevo estilo propio, Carlos Mesa. O las tardes del Ciudadano García, que desgraciadamente han desaparecido, o un programa de madrugada, "el gallo que no cesa". La "Gente despierta" de Carlos Mesa también era uno de esos, aunque para mí era un horario imposible. Todos ellos programas en donde se entrevista a profesionales de todo tipo y de todas partes, y no sólo del ámbito académico, también profesionales del mundo de la industria, de la artesanía, de los oficios, etc. Y donde había incluso cabida para escuchar a la gente, sin filtros y sin prisas, como en su día hacía Manolo H.H., y escuchándoles con atención y educación, incluso cuando dicen barbaridades, y siempre con delicadeza y buen humor.
Pero los informativos de la tele son un horror: larguísimos, pesados, mucho deporte, mucho repetirnos lo que dicen los políticos, mucha anécdota, pero poca información importante y relevante.
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