21 de octubre de 2007

lo GLOBAL como categoría ubicua

Para hoy se anunciaba a bombo y platillo la nueva cara del diario EL PAIS. Lo he comprado, aunque enredada en faenas de la casa y en bregar con el sudoku de ayer, apenas le he echado un vistazo a fondo. De entrada parece igual que siempre.

En la radio me aclararon un poco el cambio: ahora ya no es independiente, sino global. Pues vaya. Lo he estado comprando estos últimos meses (en fines de semana) más por inercia que por otra cosa. Durante mucho tiempo compraba el Levante, pero estaba un poco saturada y al sacar el País los CD de ópera me animé a comprarlo los sábados, y a veces, los domingos. Éste también, por curiosidad. Desde luego, que desde mi paso como secretaria por una multinacional farmacéutica (en 1998) si hay una palabra que detesto es la de global. El adjetivo global era sagrado, y se pronunciaba siempre con una especie de reverencia y autoridad que me daban yúyu, francamente.

Ayer estaba echándole un vistazo al blog de un amigo. Y me encuentro con un comentario en el que en algún momento reclama una "solución global" al problema global que aqueja al planeta (si lo he entendido bien, un nuevo gobierno global basado en un nuevo estatuto jurídico global).
Hace más de treinta años que leí la obrita de Popper "miserias del historicismo". Y apenas recuerdo ya los detalles de sus argumentos. Ni siquiera sabría definir ahora con certeza a qué se refería con historicismo. Pero algunos de sus comentarios sobre política y sociología se me quedaron grabados, por ejemplo sus críticas a la macroplanificación político-económica.

Desde entonces ha llovido mucho, el mundo ha cambiado mucho, yo he leído mucho y he tenido oportunidad de debatir sobre política y economía con bastante gente. Y claro, me he incorporado al mundo de la economía en cuanto ciudadana, al de la política bastante menos (ya que la actual partitocracia no me parece un sistema político deseable, y mucho menos su ocultación tras la etiqueta de "democracia representativa").

Creo que fue Pedro Prieto quien llamó mi atención sobre la relevancia de la masificación como factor relevante en el estudio de nuestro mundo actual. Hasta entonces mis opiniones sobre política, democracia y participación no habían incluido, con el peso que ahora le otorgo, el factor demográfico, la masificación. La complejidad sí era un concepto que ya manejé pronto, cuando en los setenta y ochenta leí textos de Hermann Kahn y otros futurólogos.

Teniendo en cuenta la complejidad ya había llegado a la conclusión de que la participación plena era una utopía en nuestros contextos: no hay tiempo material para informarse de todo lo que nos atañe para luego poder opinar e intervenir mediante el voto en el gobierno por medio de nuestros representantes, y menos cuando la información relevante no suele estar ni disponible ni suele ser asequible a nuestro nivel educativo.

Y ahora, incorporando el factor masificación veo que, además no es posible ningún género de negociación real y democrática entre las partes, porque es imposible que los representados puedan elegir a sus representantes y darles un mandato claro y que éstos entablen negociaciones antes de que otros representantes de rango superior se pongan a negociar con representantes de rango superior de otros estados, por ejemplo. Me refiero a hacerlo dentro de un plazo de tiempo razonable de modo que pueda tener algún sentido a los efectos de un mínimo de eficacia y eficiencia. (Quizá eso explique la rapidez con que nos estamos precipitando hacia el colapso total, convirtiendo el planeta en un inmenso vertedero, contaminándolo a todos los niveles: el agua, la tierra, el aire; porque en aras de la eficiencia político-económica al servicio de la civilización industrial hemos convertido la PRODUCCIÓN de bienes en nuestra vaca sagrada).

Que los regímenes dictatoriales pueden dictar medidas políticas que afecten a millones de personas, porque la voluntad y el interés de éstas no cuentan, es una cosa factible. Pero una democracia representativa (la participativa directa queda excluida por el tamaño de las colectividades) es tan utópica como una participativa directa .... si nos referimos a niveles de gobierno superiores.

Y he vuelto a recordar una cita de Einstein que Pedro Prieto tradujo una vez en Crisis Energética: "Without changing our patterns of thought, we will not be able to solve the problems we created with our current pattern of thought." A. Einstein
(Sin cambiar nuestra forma de pensar, no podremos resolver los problemas que creamos con nuestra forma de pensar. A. Einstein)

Usando una analogía diría que con un gobierno global no se va a solucionar el problema creado por una economía con vocación "global".


5 comentarios:

  1. La mundialización de los precesos productivos, sociales, políticos, no es algo actual, podríamos decir que hunde sus raices después de la Segunda Guerra Mundial, en Occidente, en conflicto con otro modelo alternativo que también quería tener dimensiones mundiales . Ese proceso ha sido imparable. Cincuenta años después con la etiqueta de la palabra "Globalización", no hace más que constatar ese proceso de integración de las economías, pero esta vez con un solo modelo dominante, ante la desaparición del modelo alternativo. Esa es la realidad incontestable. Y eso es independiente de que nos pueda gustar o no. Rechazar o no. Lo cierto es que G-8, FMI, Banco Mundial, etc, ya son instituciones globales de poder. Nos guste o no. Lo rechacemos o no. Pero están ahí, y seguirán influyendo con una nula representatividad ante los pueblos del mundo. Lo cierto es que los intercambios económicos, científicos y técnicos, y sobre todo la revolución de las comunicaciones,más la existencia del mundo digital, han generado un intercambio planetario de gran profundidad. No es solo un proceso desde arriba, sino que incide a todas las personas de este planteta que no ha tenido una repercusión inmediata en las instituciones políticas más allá de los Estados, y que superan a los mismos Estados.

    Creo que todos estos profundos cambios van más allá de la visión popperiana que se circunscribe en las argumentaciones filosóficas, inspiradas en el paradigma científico, para desterrar toda argumentación totalitaria, tanto en el campo del fascismo-nazismo como del comunismo. Por tanto no creo que nos pueda servir de mucho para los procesos que estamos viviendo actualmente.

    Saludos.

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  2. Bueno ... la actual globalización en mi opinión empieza muy, muy atrás. Por una parte con el "descubrimiento de América" ... aunque debiendo distinguir entre los dos subcontinentes. particularmente el meridional pronto cumplió el papel de despensa y mina, dedicando extensos territorios a monocultivos diversos, así como extrayendo de su subsuelo todo tipo de recursos para consumo europeo, tanto en la mesa como en la industria.

    Por otro lado, Norteamérica, particularmente los actuales EE.UU. es una extensión de Europa, y se mantiene la jerarquía de los siglos XVIII y XIX: los anglosajones dominan, luego los oriundos de otras naciones, a la cola los hispanos ... y luego ya los demás continentes.

    De hecho, por lo que he podido leer, pese a la independencia política estadounidense, desde el principio había más capital de origen europeo que "local" invertido en la aventura de construir un país.

    Y con la cita de Popper me refería a que pensar que un "gobierno mundial de carácter político" pueda aportar algún género de solución al desastre hacia el que caminamos a toda velocidad es una solución tan marciana como pensar que cuando la tierra reviente la humanidad podrá alojarse en otro planeta, en el espacio o en la luna.

    El G-8, el banco mundial, etc. en general las instituciones después de la 2ª GM fueron los instrumentos para alcanzar el poder económico global, es decir, la capacidad de poder ordenar y regular la producción industrial y la generación de beneficios por encima de cualquier vieja frontera nacional.

    Y cada vez estoy más convencida de que las supuestas victorias de la gente de la calle, del pueblo llano, no han sido más que concesiones derivadas del miedo. Del miedo a lo que ha simbolizado la revolución francesa y otras revueltas populares menos conocidas, en donde al final la gente no veía otra salida que la aniquilación física de los miembros de las castas/clases, o como quiera llamárseles, que les estaban chupando la sangre.

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  3. Estoy de acuerdo que ese proceso de mundalización tendria sus incios en el descubrimiento americano. Al igual que las revoluciones científicas y técnicas que se diseminaron por todo el planeta. Al mismo tiempo que la vocación científica que se considera universal junto con su lingua franca para todos los cientificos del planeta: el inglés.

    Todo eso son procesos de integración con gran profundidad y calado. Los graves problemas que ese proceso de mundialización ha creado obliga a resolverse, gueste o no gueste, de forma global. Ninguna nación, ningun Estado, ningún bloque, podrá resolver los graves problemas a los que nos enfrentamos por ellos mismo o de forma unipolar(aunque sea una forma tentadora de cierto bloque.En cierto modo es lo que es el pulso actual UNIPOLARISMO HIPER CENTRALIZADO O MULTIPOLAR. No sabesmos en estas primeras jugadas quien podrá imponerse de estas dos opciones. Pero estos graves problemas son retos. Por tanto no son desastres deterministas y que vaya necesariamente a que "todo reviente". Será una partida larga, y hay todavía muchas cartas a jugar. Pero esas cartas pasan, a mi jucio, por grandes acuerdos políticos. Que desde mi punto de vista se harán. Por ese miedo "revolucionario" que ahora ya no viene del pueblo cansado de los "chupas sangres" sino del propio boomerang destructivo lanzado a nuestro Planeta que vuelve a nosotros. Sobrevivir a eso empujará a esa "solución marciana". Y sin duda tarde o temprano en este Milenio tendremos que salir de nuestro Planeta Maduro, y vivir en otros planetas, de nuevo para lo mismo: SOBREVIVIR. Y esas soluciones son posibles. Pero estos cambios sin duda no será lineal. Habrán avances y retrocesos profundos. Pero creo que seguiremos hacia delante con el aguijón de los problemas amenazandonos por detrás. Resueltos unos tendremos otros retos, otros problemas. Así veo como funciona, en parte, la evolución.

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  4. He trasladado a "mis temas" uno de los temas que mencionas en tu comentario, el de "migrar a otros planetas".

    De todos modos, pienso que te centras demasiado en la burbuja en que vivimos, y donde seguramente esas personas a las que la dinámica de la globalización ha excluido del "progreso" son invisibles y viven en las catacumbas, pero que en otras partes del planeta no son precisamente invisibles, y muchas personas que salen de allí y llegan en pateras, o en autobuses o incluso aviones disfrazados de turistas, viven inmersas en sociedades depredadas.

    Por otro lado, a partir del renacimiento en Europa desaparecieron gran parte de los bosques europeos, para la industria y la construcción de embarcaciones (y no sólo para calentarse y procesar la comida, que sería un uso sostenible) .... tras la madera vino el carbón, como principal combustible industrial, luego el gas y el petróleo .... y a éste le quedan cuatro telediarios ... y ni la energía nuclear ni el hidrógeno ni otras fuentes en proyecto tienen el potencial para sustituir al petróleo en todos sus usos y en las cantidades en que se está usando.

    Bueno ... pero eso es salirme demasiado del tema para ir a parar al de siempre, el del cénit y agotamiento de los combustibles fósiles.

    Para concluir, puede que esta civilización global haya "evolucionado" tan rápido al agotar en tan poco tiempo unos recursos que han tardado tantísimo tiempo en formarse (la palabra fósil misma ya lo dice) que nos hayamos precipitado en un "bucle evolutivo" que no pueda concluir más que con una "gran extinción" ... y no haya tiempo material para llevar a cabo la salida a otros planetas (tecnológicamente NO estamos preparados para sobrevivir fuera del planeta sin ningún género de cordón umbilical con éste).

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  5. No se si habrá alternativas y si tendremos tiempo. Pero de ahí a "LA GRAN EXTINCION", me parece demasiado determinista. Es probable que mueran muchos millones de personas en esta crisis de vastas proporciones. Pero la voluntad de sobrevivir en la humanidad es alta. El ingenio humano aún puede decir algo. Los cambios de mentalidad con otras prioridades sociales y políticas, los avances tecnológicos, la azarosa suerte. Pueden dar un giro hacia la esperanza.

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