Hace exactamente una semana menos unas horas estaba en la oficina de Correos de mi barrio, para enviar una carta certificada a Suiza. Pregunté cuánto tardaría si la enviaba urgente o si la enviaba sin urgencia, y me dijeron que antes del fin de semana podía estar en Suiza, por lo que pagué los 7 euros del envío, en miércoles. Llegó el domingo, y la carta no había llegado.
La entregaron en Suiza el día 2 y cuando fui a mirar dónde se había demorado, veo que
DE VALENCIA A MADRID (Oficina Internacional de origen) HABÍA TARDADO TRES DÍAS. La deposité en correos un miércoles por la mañana, y salió de España un sábado por la noche. Llegó a Suiza en domingo, y el lunes por la mañana ya la tenía, en el pueblo (NO en la capital, ni siquiera en capital del cantón) su destinatario.
Se lo comenté ayer a un responsable de la oficina de mi barrio, al que también le pareció extraño, y me sugirió poner una queja pidiendo información, cosa que hice.
Esta mañana la he recibido, pero me he quedado patidifusa. No sé si es política de la empresa, o he pillado a alguien con pocas ganas de moverse para enterarse (si es que no conocía el motivo) y dar una respuesta. Pero es infumable. Menos mal que los suizos sí son diligentes y tardaron un día (INCLUIDO EL DOMINGO) en entregar la carta, y no precisamente en la capital del cantón, sino en un pueblo de 1.050 habitantes.
Hace ya años, una carta certificada urgente de Valencia a Villafranca del Cid (2.2089 habitantes), en Castellón, tardó la friolera de 3 semanas. Me pareció estrafalario, lo de ahora no me lo parece menos.
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