Hace cuatro años que dejé de publicar en mi blog. Cuatro años en que preferí charlar con amigos a publicar en el blog.
Durante un tiempo incluso usé facebook, aunque hace tiempo que apenas entro, salvo para publicar en alguna de mis páginas o mantener contactos con amigos. Hoy por ejemplo, entré y me encontré con una felicitación por los años que hace que Esther Carrera y servidora somos amigos en el facebook. Pero Esther no es amiga por habernos conocido en facebook. Coincidimos virtualmente en un grupo de traductores aficionados, que traducíamos artículos del inglés de un sitio americano llamado ZNet. Y coincidimos "paravirtualmente" en Madrid, una vez que coincidimos las dos en Madrid, ella desde Florida y yo desde Valencia. No recuerdo bien cuándo fue, sólo que fue después del 11M.
Pero he dejado de ser usuaria "regular" en facebook, y eso que nunca llegué a serlo. Reabrí en su día el perfil para poder crear la página de la asociación de vecinos, que ya tiene vida propia y sus propios administradores. Al final se pierde mucho tiempo, un bien escaso, leyendo las cosas que comparten mis amigos, que son muchísimas, pero vienen a ser siempre del mismo color. No necesito argumentos para defender lo que pienso, así que, hace tiempo que decidí prescindir de leer muchas cosas que sin duda me resultan interesantes, pero no me aportan nada sustancial.
Estaba más que harta de escuchar en la radio (rne porque no tiene publicidad, y la SER cuando ya no aguanto discursos rancios de sus tertulianos, hasta que vuelvo a rne, porque me pone enferma la publicidad) siempre lo mismo: Cataluña, el referéndum, etc. No es que no hablen de otra cosa, pero siempre vuelven a lo mismo. Y me parecían igual de "imbéciles" Puigdemont (por resumir en una sola persona) y Rajoy (ídem). El segundo ligeramente por delante. Para mí es obvio que tanta corrupción hay en Barcelona (como centro de Cataluña) como en Madrid (como centro de España), eso sí, para mí Cataluña es parte de España, al igual que esta Comunidad Valenciana, en la que vivo. Porque si la corrupción fuera exclusiva de Cataluña, el gobierno de España la habría atajado hace tiempo. Bastaba con que Ferrovial, etc. fueran a llorarle a Madrid, para que Madrid interviniera. Pero claro, ellos pagan tanto en Madrid como en Barcelona. Y en Valencia, o en Sevilla, etc. Sólo que en Barcelona eran señores diferentes, mientras que en Valencia o Madrid son y eran los mismos. Por eso Barcelona y Madrid están tan enfrentados, porque son señores diferentes. Señores, como los señores de la guerra de Somalia, por poner un ejemplo.
Y aprovecho la digresión histórico-geográfica para recuperar un enlace que tenía olvidado y preparado en este blog. Lo he releído, y viene más que a cuenta. Así que, aquí lo dejo.
Josep Fontana: «El sistema está preparado para evitar el estallido social»-Ocio y Cultura-El Periódico
Hace unos meses pensé que si viviera en Cataluña, desde luego que no habría acudido al famoso referendum, en especial después de cómo actuaron en el parlamento catalán, colando por la puerta de atrás en el orden del día dos leyes para dinamitar el orden legal en Cataluña, sin debate ni gaitas.
Luego, tras leer que se detenía a altos cargos, que se empezaba a perseguir a la gente por obedecer a su presidente, pensé que yo sí habría ido a "votar", a sabiendas de que era ilegal, sólo como protesta.
Llegó un momento en que pensé que si fuera catalana, mandaría una carta al delegado del gobierno pidiéndoles que dejaran de hacer el idiota: si Puigdemont estaba pasándose, lo lógico es "desactivarlo", pero no permitir que ponga en un brete al funcionariado catalán y español. Lo de pedirles que paguen de su bolsillo el coste del referendum me parece una hipocresía, ya que a los corruptos no les han pedido que devuelvan los sobrecostes ocasionados por las mordidas, etc. Al fin y al cabo, a los peperos valencianos que falsificaron las cuentas no les han pedido que devuelvan el dinero "desaparecido", ni que paguen la multa impuesta a España por la UE, y que Montoro ha pasado al gobierno valenciano (porque ya no es pepero, claro).
Y esta mañana, por fin, está pasando lo que nunca debió pasar. En su día Colau dijo que no votaría en un referendum ilegal. Completamente de acuerdo. Luego ha ido pasando lo que ha pasado, y me ha resultado más que comprensible que la gente decidiera participar. Yo lo haría, diciendo que NO, por supuesto. Creo sinceramente que hay más jueces y fiscales decididos a acabar con la corrupción en España que en Cataluña. Y no me refiero a De la Maza, por supuesto. Ni a Moix, de origen catalán, por cierto. Creo que si viviera en Cataluña y ganara el Si pensaría que "estamos perdidos".
Pienso que he cometido un error, pensando que el tema no iba conmigo. Si lo va. Sí lo va, porque el gobierno de mi país ha lanzado a la policía y a la guardia civil contra gente de mi país, para impedirles que se expresaran.
Porque al final, la gente que está participando en el referendum está haciendo eso: está expresándose. El referendum ha sido declarado ilegal, y con motivo. Vale. Pero si quieren poner urnas y montar un espectáculo para expresarse, pues que lo hagan.
Hace años, en unas elecciones en Argentina, cientos de miles de argentinos votaron a un cómico que no se presentaba. ¿Pasó algo? No. Los políticos tomaron nota (no sé si hicieron algo, es posible que no, y la explicación estará en el artículo con la entrevista a Fontana que he enlazado). Tras la consulta del 9N en Cataluña, hace años, ¿pasó algo? No mucho. Desde luego nadie dio validez legal al resultado. Era simbólico.
Ahora con declarar ilegal el referendum pasaba tres cuartos de lo mismo. La gente que fuera a votar sabía que no tenía ninguna validez legal. Pero quería expresarse. ¿Habría ganado el Si? Puede incluso que sí, porque tras el encarnizamiento a raíz del 9N, mucha gente está de uñas. Hacer pagar a Mas y unos cuantos más el coste de la consulta es una bobada, que hace más daño que nada. Y desde luego, convierte en independentistas a muchos que no lo eran. Parodiando una frase, "son nuestros corruptos", no los de fuera. Me gustaría saber cuánto ha costado el despliegue "antireferendum" de Rajoy, por cierto.
Así que, aquí la carta que no mandaré al señor Rajoy:
Sr. Rajoy,
pienso que es Ud. un imbécil. ¿No le bastaba con declarar ilegal el referendum? Si la gente quiere expresarse, déjelos, por dios. Si se siente feliz metiendo un voto en una urna, a sabiendas de que no puede tener ninguna relevancia jurídica, ¿por qué se lo impide? ¿Es consciente de que el enviar a policía y guardia civil para impedírselo no hace más que avivar el fuego?
¿Es Ud. consciente que con su negativa a negociar está convirtiendo a los catalanes en independentistas? ¿Qué manía con cerrarse en banda? Si el referendum es tabú, negocie una consulta, hombre de dios. Acote los términos de la consulta, para que no se repita lo del 9N. Sabemos que votó un escaso 34% del censo, y sus resultados se extrapolaron al resto, sin ningún fundamento, cuando está claro que quien estaba en contra simplemente no fue a votar, y sólo un 20% fue consciente de que abstenerse era dar pábulo a los independentistas.
Aunque pensándolo bien, Rajoy no tiene remedio. Es un mentiroso patológico, salvo que tenga algún tipo de amnesia, en cuyo caso sería igualmente incapaz. Unos días después de declarar que él en las campañas no se ocupaba de los dineros Maldita Hemeroteca recuperó un vídeo de una campaña detallando con pelos y señales ingresos y gastos de la campaña.
Hace unos días hemos visto otro vídeo de Rajoy defendiendo un referendum en Cataluña.
¿Cómo puede una persona tan inepta conducir con mano de hierro un partido mayoritario? ¿Cuáles son los mecanismos de los que dispone la cabeza de un partido para que todo el aparato le siga, realmente tiene tanto poder? ¿O hay una mano gris detrás de todo ello?
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