22 de enero de 2012

la participación política y los partidos

Vivimos en una partitocracia de hecho, con lo cual cualquiera que quiera participar en política necesariamente tiene que tener en cuenta dicha circunstancia. 

¿Qué es una partitocracia? 

Es una forma degenerada de dos componentes: el estado de derecho y la democracia.

El estado de derecho es el sucesor de regímenes como la monarquía absolutista, el feudalismo, el despotismo (ilustrado o no) y la tiranía. En el estado de derecho el imperio de la ley ha sucedido a la voluntad caprichosa del soberano y de los caciques. Para nada es sinónimo de democracia. Si el rey, o un parlamento clasista, o una aristocracia (ilustrada o no) son quienes dictan las leyes, tendremos estado de derecho, pero no democracia. Para el súbdito el estado de derecho es mejor que los regímenes anteriores, en el sentido de que tiene oportunidad de conocer la ley, y por tanto ciertas garantías de que cumpliéndola le dejarán en paz.  Aunque ha habido épocas en las que las leyes eran tan injustas, que el pueblo o "delinquía" o se moría de hambre. Sólo hay que recordar las novelas de Dickens, y de muchos otros novelistas de esa época.

¿Cuándo es democrático un estado de derecho? Cuando es el pueblo, a través de representantes elegidos por él y enviados al órgano legislativo (los diputados), quien interviene en la elaboración de las leyes. De hecho, si miramos nuestros principales códigos, en este país, la mayoría son de factura anterior al advenimiento de la "democracia". El parlamento ha ido limando aristas, puliendo lo que era gravemente antidemocrático, pero el principio rector o inspirador de los códigos, ese que inspira su articulado y sus contenidos, es de factura anterior. Y se nota. Se nota especialmente ahora, en tiempos de crisis. Los ciudadanos están a merced de los grandes conglomerados económico-financieros. No han tenido manera de parar los abusos de los grandes contubernios organizados por bancos-tasadoras-promotores-políticos corruptos. Porque la vivienda es artículo de primera necesidad, al cual se subordina TODO menos la comida. Y ahora han de soportar que la burbuja se los lleve por delante, y sólo con suerte pueden encontrar un juez que les ampare, porque la ley no lo hace. Hay jueces más demócratas que las leyes. Porque el parlamento ha fallado estrepitosamente, tanto en su función legislativa como en su función de control del ejecutivo.

¿Y qué es entonces una partitocracia?

La partitocracia es el sistema que nos ha colado los partidos como mediadores necesarios para la participación del pueblo en sus órganos de representación democrática. El parlamento, el órgano legislativo y de control del ejecutivo, no está compuesto por representantes directos del pueblo, sino por personas nombradas por los partidos. Su "jefe" no son los electores, sino la cúpula de su partido. En España incluso tienen función de comparsa, dado que en el parlamento se ha impuesto la "disciplina de partido". Con lo cual nosotros, los electores, votamos a unas personas a las que no le podemos otorgar un "mandato" directo, sino que votamos un "programa" preparado por la cúpula del partido. Un programa que ya ni necesita ser cumplido, porque hemos llegado al extremo de que los programas se preparan para seducir al electorado, pero no para cumplirse. 


¿Y el control?

Tenemos dos órganos de control: los órganos de control propiamente: Los tribunales de cuentas y la prensa. Y ya vemos la voluntad y la capacidad que tienen de ejercer un verdadero control: pocas.




1 comentario:

  1. Excelente entrada, Marga. En muy pocas palabras, descrita claramente la realidad que nos rodea.
    Saludos

    ResponderEliminar